domingo, 30 de septiembre de 2012

Historias de portería

Sábado por la mañana. Acudo a una jornada de NNTT para periodistas. Ejercicio básico de búsqueda en Google, buscarse a uno mismo... y zassss.... me encuentro en La Esfera Cultural con el sonido de La Voz Silenciosa. Una grata sorpresa que tengo que esperar para disfrutar porque claro, no era plan de ponerlo allí para todos los compañeros. :-).
Una vez escuchado y reposado, aprovecho este espacio dominguero para recomendaros que os deis un paseo por La Esfera Cultural, sus Historias de Portería y, pinchando en la imagen, podáis escuchar La Portera:



La portera

En el primero A vive la pareja ideal. Caminan siempre muy unidos. Él con su mano sobre el hombro de ella y, detrás, su parejita. Niño y niña. Rubitos los dos. Los pequeños se entretienen jugando con el perro de la señora Luisa, la del segundo B. Una anciana entrañable que todos los días echa de comer a las palomas en el patio donde ahora pueden ver las sábanas de la del tercero que es una mujer muy seria y trabajadora. También es suyo el piso de enfrente. Lo tiene alquilado a unas estudiantes extranjeras.
Yo lo sé todo. Llevo en esta portería media vida. Y eso es todo lo que contaré. No diré nunca que he visto los moratones que la del primero oculta con las gafas de sol. Ni que odio limpiar el patio porque esa vieja loca tire por la ventana los restos de comida. Tampoco hablaré de las del tercero y de quienes suben con ellas a cualquier hora del día. 
Yo no sé nada.  ¿El joven del ático?. Solo puedo decirles que se alquila. Tiene los techos bajos pero es muy luminoso. Está vacío desde el miércoles. Por favor... no saquen esas imágenes del rellano. He intentado limpiarlo, pero no hay manera.


jueves, 27 de septiembre de 2012

Destino


Foto: El castillo de Ponferrada en agosto
Castillo de Ponferrada por Beatriz Alonso

Levantó una fortaleza rodeada por altas murallas. Construyó un foso a su alrededor y la encerró en la torre más alta. Tras el terremoto, el pastor encontró su cuerpo entre las ruinas y consiguió despertarla con un beso.


martes, 25 de septiembre de 2012

Naturaleza


Ilustración de Juanlu


Le gustaba esconderse entre los árboles, correr con los ciervos, seguir en el cielo la estela de los pájaros y, con los brazos extendidos, jugar a ser mariposa. Siempre caminaba descalza sobre la hierba y las gotas de rocío le besaban sus pies color tierra. Ella era feliz, pero el bosque era cada vez más pequeño y sus paseos más cortos. El primer día que pisó el asfalto notó como sus raíces comenzaban a secarse. Para continuar su camino, necesitó comprarse unos zapatos que se quita cada vez que llega a casa. Tiene césped en el salón. Abre la ventana, mira al cielo, extiende los brazos y, por un instante, le vuelve el color a las mejillas. 




domingo, 23 de septiembre de 2012

Te reto a un duelo

Un tema. Dos microrrelatistas. Tres jurados.
Ya está aquí una nueva edición de las microjustas.

Ingenio, rapidez y, porqué no decirlo, un poco de suerte, son las armas que necesitas. Nos vemos sobre la arena. O no. En el amor y en la guerra todo vale y más si puedes ocultarte tras una máscara y leer desde la sombra comentarios directos que algunos no se atreverían a decirte a la cara.

Un tema. Dos microrrelatistas. Tres jurados.
Ya está aquí una nueva edición de las microjustas.
Si te atreves.... pincha en la imagen...

  

jueves, 20 de septiembre de 2012

Tenemos que hablar

Preparó mentalmente la conversación e imaginó respuestas para sus preguntas, pero no encontró una explicación coherente. Al final dejó una nota en el frigorífico.
-Helado
-Galletas
-Chocolate
Adiós

martes, 18 de septiembre de 2012

Mi periódico

A Pablo Gonz, a la espera de esa entrevista del
nuevo periodismo calmo que se publicará 
en el  periódico que, hoy, lee mi protagonista.

Pablo Gonz
Ojeo el periódico mientras tomo un café en la barra. Cada vez me interesa menos la política, odio el fútbol y no entiendo la mitad de esos artículos sobre nuevas tecnologías. En las páginas de cultura hablan del escritor de moda. Si tuviese tiempo para leer, quizás me interesara. Estoy a punto de cerrar el diario cuando veo la foto. Dice que ahí surgió la idea de su última novela. Es en el café "El Federal". Yo he estado ahí. Mejor dicho. ¡Yo estoy ahí!. Tras el escritor que posa junto al espejo, compartiendo un café con... ¡Dios! Espero que nadie nos reconozca. Pero qué digo... ¿Quién lee las páginas de cultura? Doblo cuidadosamente el periódico, pago, y me lo llevo disimuladamente. A fin de cuentas una no sale en la prensa todos los días.


domingo, 16 de septiembre de 2012

Realidades para lelos

Victor Lorenzo demuestra en "Realidades para lelos" que la realidad supura la ficción y que en el formato más pequeño, como una caja de fósforo, pueden guardarse hasta veinte joyas incendiarias. Pinchando en la imagen podéis encontrar la fórmula mágica para arder entre Llamara(u)das


Y ya que estáis por allí, dejaros llevar entre microrrelatos y cerillas por ese mundo de la realidad inventada en el que Víctor se mueve con soltura y desde el que, incluso, he llegado a apreciar de un modo especial las faltas de... 

Falta de amor

La primera nota que me escribiste, la que deslizaste con disimulo dentro del bolsillo de mi abrigo, fue la que produjo el chispazo. Yámame, rezaban unas letras anónimas, escritas con carmín y prisa debajo de un número de teléfono. Te llamé, claro está, no pude resistirme, y al poco ya vivíamos juntos. Desde entonces, lo primero que hago cada mañana al despertar es buscar el mensaje garabateado en un papel que sueles dejarme, apoyado en la cafetera, antes de marcharte a trabajar. Me estremecen tus confusiones sinuosas de bes y uves. Me excitan tus acentos inventados, que se clavan, placenteros, en mis ojos. Me pierden las haches intercaladas a tu antojo, entrometidas, y me encienden las olvidadas, que dejan desnudas las palabras, indefensas. Por eso, cuando no encuentro tus buenos días repletos de errores, revuelvo el piso en busca de cualquier cosa que hayas escrito, en la lista de la compra, en la agenda de teléfonos, en el calendario que cuelga de la cocina o en un papel de tu billetera. Más que lo que me dices, me encanta cómo te equivocas, aunque jamás te lo he confesado. De todos modos, supongo que ya te habrás dado cuenta porque la nota que dejaste esta mañana, mucho más larga que de costumbre, estaba correctamente escrita. Decía que te marchas para siempre y sólo tenía una falta de ortografía. En mi nombre.



Lapsus


No puedo quedarme collado: me gastas. Quiero hacer el humor contigo, que fallemos como animales. Y luego, si quieres, nos coseremos. Y  haremos un viejo, donde tú profieras. Jamás me iré de tu lodo, por muy mal que lo posemos. Veremos la tela de plasma, tarados en el sofá, enlozadas las monas. Dedicaré mi veda a hacerte feliz. Y tendremos un ojo, o dos, y procuraremos que cometan los mismos horrores que nosotros. No te quedes ahí pirada. Ven. Sógame. 


jueves, 13 de septiembre de 2012

El candidato más sincero

Perdonen que me presente sin maletín y con esta mochila en la que llevo un libro de Bertolt Brecht y bronceador, pero no quiero hacerles perder el tiempo. Les haré un rápido resumen de mi vida. Yo soy uno de esos jóvenes acamparon en Sol y seguimos tomando las calles y plazas por la democracia, la libertad de expresión o la condonación de las hipotecas. Mi padre pagó la fianza por mis detenciones una y mil veces y esta es su forma de redimirme. Llevo su apellido y por eso ustedes están dispuestos a hacerme socio en este prestigioso bufete de abogados a pesar de que mis notas fueron pésimas, mi experiencia es nula y mi actitud irreverente. Díganme que puedo hacer para seguir siendo libre.


martes, 11 de septiembre de 2012

Comunidad solar


Sus delicados ojos azules tardaban en acomodarse a la luz. Al salir de casa, utilizaba la mano como visera durante unos segundos. La primera en imitarla fue la vecina del quinto. Después el portero. Nadie recuerda ya a aquella rubia, pero todos los vecinos saludan al Sol.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Esta noche te cuento


Lo trajo la lluvia de abril y en mayo no hubo flores pero en junio cambió el viento y todo cambió. El viaje me enseñó en julio el camino hacia el mar y agosto se tiñó de azul marino. Pero acabaron las vacaciones y en septiembre volví como fruta madura a mi rutina sin saber que en octubre me esperaban tres estrellas, salud, dinero y el amor. Como el fuego, octubre lo arrasó todo y en diciembre no me quedaban más que los sueños de aquella navidad, de niño, cuando te sentaste a los pies de mi cama: 
- Esta noche te cuento...


Por si el egocentrismo de la semana pasada no fue bastante, hoy estoy de celebración porque los amigos de Esta noche te cuento seleccionaron en agosto mi relato La primera vez. Muchos ya conocéis el concurso pero, si queda algún despistado, aprovecho para animaros a pasaros por allí y buscar el tema del mes con los que entretejí este pequeño homenaje a los organizadores. 

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La primera vez
La observo desde lejos. No quiero romper la magia de este primer encuentro. Veo cómo se acerca poco a poco, con pasos temblorosos. Sigue con los ojos el rítmico movimiento de las olas y calcula para detenerse en el punto exacto. La espuma del mar llega hasta apenas unos milímetros de sus pies. Me preguntó en qué estará pensando. No se mueve. Mira hacia el horizonte y, aunque desde mi posición no puedo verle la cara, imagino una leve sonrisa que viene y va con cada ola. Saco el móvil de la bolsa de la playa para inmortalizar el momento. Hago la foto. Todo azul. El cielo y el mar unidos por el horizonte. Una línea de arena y ella. Subo la imagen a facebook.
- Mi abuela y el mar.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Terremotos y dinosaurios

(I) Selección natural
Sabía que correr no servía para nada, pero su instinto de supervivencia era más fuerte. Un segundo antes de caer rendido, pensó que era el fin. Entonces, la tierra tembló bajo sus pies. Cuando despertó, el dinosaurio ya no estaba allí.

(II) Terremoto
Cuando despertó, el dinosaurio ya no estaba allí


 



martes, 4 de septiembre de 2012

Tiramisú de limón

Recordarás la primera vez que con su trajín, nos juntó la vida. Tú eras el amigo de mi amiga y yo la chica que se sabía todas las canciones de Sabina. Tras los bises del concierto, nos dieron las diez y las once, las doce y la una cantando hasta el amanecer más de cien mentiras
Volví a encontrarte meses después. Sin darnos cuenta comenzó un yo, mi, me, contigo hasta que un día dijiste, - Yo me bajo en Atocha - Y me dispuse a volver a perderme por Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal... porque, si en algún sitio he sido feliz, pongamos que hablo de Madrid
Los cuentos que yo cuento siempre acaban mal y, antes de llegar a ser cada vez más tú y cada vez más yo, antes de que tus payasadas ya no provocasen mis ganas de reír, antes de hacernos daño, puse tierra de por medio y un adiós que maquillaba un hasta luego
Pasado el tiempo, esta vez yo quería quererte y tú no. No encontré la canción de Sabina que nos volviera a unir y, aunque puedo ponerme cursi y decir que siempre estaré esperándote a la orilla de la chimenea, sé que pasó nuestro tren y solo nos queda compartir tiramisú de limón


"Donde crees que vas
qué te parece que soy
no mires atrás
que ya no estoy.

Pero dónde crees que vas
qué te parece que soy 
si miras atrás
mañana es hoy

Dónde crees que vas
qué te parece que soy 
puede que quizás
luego sea hoy

Nena dónde crees que vas
que te parece que soy
no mires atrás
que ya me voy

Que sepas que el final no empieza hoy


domingo, 2 de septiembre de 2012

Egocentrismo

Prometo que el próximo domingo los jardines retomaran sus homenajes y su particular salto de blog en blog buscando letras. Pero hoy me van a perdonar un poco de egocentrismo por dos alegrías, la dedicatoria de uno de los grandes y el "ruido" compartido con un puñado de amigos gracias a otra grande.

1. Pablo Gonz me regaló un homenaje en su blog al que espero corresponder con esa entrevista de periodismo calmo que tenemos pendiente. Confieso que consiguió ponerme una sonrisa de oreja a oreja que todavía me dura. Gracias.

QUERENCIA 
Llegamos a Burgos con media hora de adelanto. Pero el conductor del autobús se negaba a abrir la puerta. Estaba allí, encogido encima del volante, sin moverse. Le zarandeamos. Nada. Alguien le buscó el pulso. No tenía. Y el forense, que llegó a los pocos minutos, dictaminó que aquel hombre lleva muerto por lo menos tres horas. 
Pablo Gonz. 


2. Ana Vidal volvió a enredarnos para hacer Ruido y es un placer compartir página con Paloma Hidalgo, Nicolás Jarque, Pablo Gonz, Lola Sanabria, Luis Arribas, Pablo Garcinuño y Ramón Perez



Herencia

Erase una vez un niño que plantó un árbol chiquitito en su jardín. Cada día lo regaba, lo rodeaba, saltaba a su alrededor y cada semana medía su crecimiento. Al principio, el niño creció más que el árbol pero, con el tiempo, no pudo abarcarlo con su abrazo. El niño fue padre, abuelo... y sus hijos, sus nietos... siguieron la tradición y cada uno de ellos plantó un árbol junto al suyo. Así de generación en generación. Hoy nos toca a nosotros.